La poda del olivo es sin duda uno de los trabajos que más influyen en la salud y rentabilidad de una explotación de olivos, con independencia del marco de plantación.
La poda es necesaria para adaptar los árboles a las condiciones climáticas de la zona y para aumentar la productividad de la plantación de olivos. Agrariaolive cuida su explotación, podando su olivar para garantizar la máxima salud y productividad de sus árboles.
En la poda de copa corta (típica de plantaciones de olivar intensivo y olivar superintensivo) se eliminan los brotes débiles y las ramas que sobrepasan determinada altura. Se acelera así la etapa productiva del olivo; se obtienen altas tasas de productividad; y se consigue un gran ahorro en gastos de personal, especialmente por la posibilidad de mecanizar la cosecha, que representa hasta un 60% del coste de explotación en olivar tradicional.
Además, las labores de poda en el caso de olivar intensivo y olivar superintensivo son especialmente importantes, habida cuenta de las limitaciones de luz que tienen los árboles debido a la gran densidad de plantas por hectárea. Hay que realizar una poda periódica, para garantizar que la luz llegue de forma uniforme a toda la zona productiva de los árboles, eliminando brotes cortos y densos, así como ramas muertas.
Nuestro sistema de poda reduce las fluctuaciones de cosecha dependiendo de la campaña (vecería). Nuestros especialistas analizarán diversos factores para determinar el grado de poda necesaria:
- Estado de la explotación del olivar.
- Nivel de precipitaciones y condiciones climáticas de la zona.
- Cosecha del año anterior.
- Ciclo vegetativo en el que se encuentre el árbol en el momento de la poda.
- Tipo de aceituna que se va a obtener.
- Densidad de plantación.
También estamos especializados en la poda del almendro, árbol especialmente sensible a hongos y gomosis en el caso de una mala cicatrización de las heridas. La poda del almendro se recomienda realizar en otoño, después de la recolección de la almendra. Distinguimos en el caso de la poda del almendro tres tipos de poda, siendo la primera especialmente importante para la rentabilidad de la explotación:
- Poda de formación (para los almendros jóvenes) destacando el modelo del vaso francés.
- Poda de limpieza.
- Poda de fructificación.